La misma historia de siempre...

Y maldita sea, tenía que pasar de nuevo. Desde antes de mi cumpleaños que estoy enferma. Me mantuve un poco mejor que estable todo este tiempo, pero ayer... ayer tenía que colapsar de vuelta. Ya en la mañana me sentía mal y por mi torpeza no acepté las típicas preocupaciones...

-"¿Qué te pasa?"
-"Me siento mal." - no debí decirlo-.
-"¿Qué tenes?"
-"Estoy engripada, me falta el aire y me duele la cabeza." - no podía parar de dar malas respuestas-.

Luego, todo fue insistencias por llamar a mi casa para que vinieran a buscarme, y mi clásica respuesta fue: "No quiero perderme las clases." Que estupidez. De haber aceptado ahora quizás no estaría así, pero qué mas... Así soy yo.Así seguí hasta terminar el día, y cuando volvía a mi casa tuve que parar dos veces a tomar aire. Comenzaba el sufrimiento.Más hacia la tarde mi estado no mejoraba. La tos era insesante, la falta de aire era cada vez más frecuente y el dolor de cabeza daba vueltas con sus variables intensidades.

Llegó la noche y mi estado ya no tenía vuelta atrás. Era totalmente una tortura. El aire de mis pulmones era cada vez menos, el dolor de cabeza era insoportable, y mi naríz estaba destruida -sigue así, de hecho-. Me desperté varias veces a la noche, sin aire. Quedó claro que la idea de ir al día siguiente -o sea hoy- al colegio no era aceptada. Era una verdadera lástima. Me perdí el acto del 25 de Mayo, el cual realmente quería ver, y tenía ganas de decirle a Mica que no podría ir a su cumpleaños u.u -por cierto, gracias Iván por llevarle mi mensaje n.n-.

Acá estoy ahora, estable. Esta enfermedad es muy variable. En un momento estoy bien, en el otro totalmente consumida por una tortura. Veremos qué pasa esta noche. Podría escribir más si quisiera, pero como repetí varias veces, mis neuronas no coordinan en este estado, por más que mi organismo esté tranquilo, mi mente no da para más de esto.

Se me cuidan. Muchos besos.

No Amar.


No puedo respirar.
Que cruel es la vida,
Basta de soñar,
Pero en tí acaba mi día.

Todos los días sueño,
Que alguna vez me llegaran a querer,
Así como yo siempre hice,
Pero es difícil de creer.

Me han roto el corazón.
Tú eres el segundo.
No imaginas el dolor,
Que me has causado en un segundo.

Tú dices distancia,
Y yo no sé qué hacer.
Se ha perdido la magia,
No sabes cuanto te extrañaré.

No te heches la culpa,
Aquí la tonta fui yo,
Que pensó que podían quererla,
Y se dió cuenta que no.

Digo que estoy bien,
Y así es en realidad.
Olvidarte será difícil,
Pero dudo que vuelva a amar.

Mi miedo ha aumentado.
Ya no quiero llorar.
Pero es inevitable,
El dolor no quiere parar.

Digo: "Basta de sufrimiento,
No volveré a amar.
¿Para qué entregar mi corazón,
Si nadie el suyo me va a dar?"

Ahora mi corazón,
Roto pero libre,
Anhela un estado mejor,
Y quiere que de nuevo brille.

No será fácil,
Pero debo aceptar,
Que mi mente no fue hábil,
Cuando te comenzó a amar.

Confundida y triste,
Estaré por el momento,
Pero espero que también,
Su ayuda me dé el tiempo.

No es malo, pero es triste,
Que no puedas sentir algo más.
Pero me has puesto una gran duda:
No sé si volveré a amar.

¿Será...?

Algo me ocurre,
Y no sé qué es.
Un sentimiento nuevo,
Podría ser amor tal vez.

Me preguntan por lo que siento,
Y no sé qué contestar.
¿Es posible que de nuevo,
Haya vuelto a amar?

La idea me asusta,
Pues no quisiera ver,
Como lágrimas caen de mis ojos,
Y mi corazón se vuelve a romper.

La idea de un rechazo,
Amenaza hasta a mi mente.
Pues a veces pienso y me doy cuenta,
De que te amo inconscientemente.

Cuando estoy contigo,
No puedo evitar,
Mirarte con tanto anhelo,
Y hasta tus labios admirar.

La ternura de tu mirada,
Quisiera por siempre observar,
Y la dulzura de tus besos,
Por eternidad poder probar.

Mis deseos de estar a tu lado,
Quisiera concretar,
Pero la idea de que tú me quieras,
Podría no ser verdad.

No tienes una idea,
No puedes imaginar,
Todo lo que te quiero.
¡Si tan sólo me pudieras amar!

Despierto y me encuentro a tu lado,
En mi rostro se dibuja una sonrisa.
Recuerdo que me regalabas caricias,
Y con ello me devolvías la alegría.

Abres los ojos,
Y un beso me dás.
Y tu brillante sonrisa,
Ilumina mi vida cada vez más.

Con el tiempo me doy cuenta,
De que fue sólo un sueño.
¿Por qué siempre la realidad,
Destruye mi anhelo?

Esto que me ocurre,
Y no puedo explicar,
Quizás sea posible,
Que he vuelto a amar.