Let's dance in style, let's dance for a while. Heaven can wait, we're only watching the skies. Hoping for the best but expecting the worst. Are you gonna drop the bomb or not? Let us die young or let us live forever. We don't have the power but we never say never. Sitting in a sandpit, life is a short trip. The music's for the sad man. [...] Some are like water, some are like the heat. Some are a melody and some are the beat. Sooner or later they all will be gone. Why don't they stay young? It's hard to get old without a cause, I don't want to perish like a fading horse. Youth is like diamonds in the sun, and diamonds are forever. [...] So many adventures couldn't happen today, so many songs we forgot to play, so many dreams are swinging out of the blue. We let them come true. Forever young, I wanna be forever young. Do you really want to live forever? Forever or never.

viernes, 12 de agosto de 2011

jueves, 11 de agosto de 2011

Recién llego de Educación Física. Estoy muerta. Hoy a la profe se le ocurrió hacer unos ejercicios físicos. Ok, la materia se trata de eso pero no le costaba nada empezar directamente con los pases. Cinco vueltas de trote. Las hice, no sé cómo. Al salir a mi compa la vino a buscar el papá, así que tuve que ir sola hasta la parada. El bondi tardó, como odio que haga, y encima estaba lleno. Lo único que pido cuando salgo de Ed. Física es que el bondi venga rápido y vacío. En fin, últimamente vengo jugando para el orto. Cómo extraño mi equipo del año pasado...

¿El cole? Malísimo. Tuvimos Bioética y no pude terminar de copiar lo que la profe dictaba porque nos vinieron a buscar a una amiga y a mí por el tema del acto del 17 de Agosto. Tenemos que leer un poema dedicado a San Martín que es muy largo y encima cuando lo leemos suena muy monótono. Practicamos unas veces y cuando quisimos hacerlo de nuevo con el micrófono no nos lo quisieron dar. Bleh, después nos fuimos.

Tuve prueba de Procesos Bioquímicos. ¿Que cómo me fue? JAJAJAJAJAJAJAJA, me saqué un 1. Ayer no tenía ni la más mínima gana de estudiar, pero tenía que hacerlo. Siempre estudio antes de dormir, cuando estoy en silencio, pero anoche me olvidé de llevar las hojas a la cama y una vez que estoy acostada no da levantarme. Hoy todos estuvimos de acuerdo en que la pase porque la mayoría no había estudiado, pero la profe nos la re hizo porque la tomó igual. En fin, terminé de copiar los puntos, esperé un rato, firmé y entregué en blanco. Me la entregó después de unos minutos con el uno escrito en rojo.

Tuvimos dos horas libres. En la primera fui con un compa a la sala del piano a escucharlo tocar unos temas. Tocó "River Flows In You", "To Aslan's Camp", "My Immortal" (que intenté cantar), "Numb", algunos de su autoría y otros que no sé los títulos. Después encargué mi almuerzo: una hamburguesa completa. Cuando estuvo comí y después boludeé con los chicos. En fin, después nos fuimos y acompañamos a una amiga hasta la casa que queda a una cuadra y media del campo de deportes.

Creo que nada más importante pasó hoy.

Mañana creo que solamente tenemos que ir a la tercera hora, porque si no entendí mal faltan la profe de Literatura y la de Inglés. Se supone que había quedado con un chico para ensayar mañana en la tercera hora la canción que voy a cantar en el PolArt, pero si hay que ir sólo por esa, directamente no voy, además tengo que llevar una guitarra y toda la vagancia llevarla, y más traerla de nuevo. Pero bue, si alguna de las dos profes que mencioné aparece (la de Literatura, probablemente) voy a tener que ir. Lo bueno de los viernes es que salimos una hora antes, y mañana salimos dos horas antes.

Emm... ¿qué más? No sé. Etc.

¿Qué siento hoy? Que alguien me odia, o no le caigo bien. Sí, él.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Cosas random de hoy:

Tuve examen de Matemática: me fue relativamente bien.
Seguimos viendo grupos para el PolArt.
Di la prueba del PolArt.
Perdí la hora libre.
Decidí no hablar más con nadie del tema de la entrada anterior.

Hurt

Que días de mierda. Estoy agotada, cansada de todo y enojada con la vida. Agotada porque no doy más con el cole. Puede que no estemos haciendo mucho ahora, pero ya estoy con las que no tengo por el piso. Cansada de todo y enojada con la vida porque se repite siempre lo mismo. Nada de esperar a la media naranja tranquilamente sin tener que llorar o creer que sos una deformidad andante.

Incluso me molesta escribir eso. Venía perfecto. Es mi último año de secundaria y tengo que pasarlo igual que mi primer año, pensando boludeces, con una persona estancada en mi cabeza y sufriendo. Si supieran las cosas que han pasado por mi mente todas las veces que me rompieron el corazón... Lo peor es que la gente que piensa locuras cuando está mal por amor me parecen re estúpidas y las bardeo. Por ejemplo, hoy una amiga me contó un caso de un chico que conoce que está muy mal porque la chica que "ama" (no malinterpreten, no pongo la palabra entre comillas porque no crea que no la ama, sino porque cuando uno es adolescente no puede saber cuándo está enamorado o no) no le da bola. El chico tiene 17 años y parecía un chabon de 40. Onda, ¡banca! Es una piba más, vas a conocer muchas. Es lo que pienso, lo que digo, pero no doy bola a eso cuando me pasa a mí, y es ahí cuando los entiendo, pero me sigue dando bronca.

Ni ahí que era bipolar, ¿no?

En situaciones como las que pasé, paso y seguramente seguiré pasando, empiezo a creer que es verdad lo que Capusotto canta en un capítulo de Violencia Rivas: El amor es un error de nuestras hormonas. Aunque, como me hizo entender un amigo, no precisamente el amor, sino enamorarse.

El lunes lloré. Lloré como no hacía hace tiempo. Lloré porque vi algo que no tenía, no debía, no quería ver. No es importante qué vi, sino el daño que causó. Esa mañana estaba feliz, y en un segundo se me vino el mundo abajo. Me costaba sonreír, mantener el humor, me daban puntadas en el pecho... Agradecí el hecho de que con unos compas nos fuimos en remis, porque creo que no iba a llegar caminando a mi casa.
Llegué y estuve un rato en la PC, tratando de despejar mi mente, pero no pude. Le escribí un mensaje rápido a una amiga contándole más o menos la situación y después me fui a mi habitación. "Ma, me voy a dormir un toque que no doy más", le avisé a mi vieja. Mentira. Apenas me acosté me tapé la cara con el acolchado y las lágrimas empezaron a surgir automáticamente. Ni siquiera me resistí, lloré con todo el dolor y la bronca que tenía, preguntandome por qué, por qué de nuevo, por qué a mí.

Me quedé dormida después de un rato y cuando me desperté tenía los ojos hinchados de tanto llorar. Mi mamá no me dijo nada, quizás no se dio cuenta. Estuve así todo el día, de mal humor, contestando como el orto y sin poder concentrarme en nada del cole. Tenía que hacer un trabajo práctico para Bioética que al final no lo hice, pero tranquilos, lo hice en el cole al día siguiente (o sea ayer) por suerte eran dos puntos que consistían en analizar dos casos, uno de una adolescente italiana que dio su vida para que su hijo pudiera vivir, y otro de una pareja que decidió abortar, y ver si en el primer caso se cumplía el Principio de Beneficencia, y en el segundo el Principio de Autonomía.

Estoy escuchando "Fatal" de The RZA, es parte del soundtrack de Blade: Trinity. No sé, me da un toque de power. Colgado el dato, pero se me dio por ponerlo. Etc.

En todo el día no le conté a mi vieja lo que había pasado, pero después le conté. Un rato antes de que me quedara sola en la sala como todas las noches, mi vieja me miró y me dijo: "Vos estuviste llorando", "No" le dije. "¿Entonces por qué tenés los ojos así?", "Porque tengo sueño" mentí. La mañana siguiente, antes de irme al cole me dijo "No te pongas mal por ese pendejo". Sí, mi vieja le dice pendejo/a a cualquiera, nada personal.

Hoy todo normal. Quizás no es igual que antes, pero bueno, ¿qué se puede hacer? Nada.

¡Aaahhh! Me da por las que no tengo escribir sobre esto. No es justo, era feliz sin tener que preocuparme por alguien específico que no fueran mis amigos o familia.

Bueno, no da escribir más sobre esto hoy. Igual, me voy a seguir descargando por medio del blog con este tema, pero ahora no.

Pff... Necesito volver al pelo corto. Necesito volver a mi época de pibe.

miércoles, 3 de agosto de 2011

~El tren de la vida~

Un día, leí un libro que comparaba la vida con un viaje en tren.

Salida: Cada segundo...
Llegada: Nunca lo sabrás...
Destino: ¡La vida!

Una comparación extremadamente interesante cuando es bien interpretada.
Interesante, porque nuestra vida es como un viaje en tren, llena de embarques y desembarques, de pequeños accidentes en el camino, de sorpresas agradables, con algunas subidas alegres y bajadas tristes, con momentos de mucho ruido y con silencios absolutos.

Cuando nacemos y subimos al tren, encontramos a dos personas queridas, que nos harán conocer el viaje hasta el fin: nuestros padres. Y junto a ellos en los demás asientos del vagón están nuestros seres queridos, nuestros abuelos, tíos, primos, hermanos, padrinos.
Muchos de ellos bajarán antes que nosotros, pero sabemos que algún día también nosotros bajaremos para llegar a la estación esperada.

Pero a pesar de esto, nuestro viaje deberá continuar...

Conoceremos otras interesantes personas durante la larga travesía, entre ellos nuestros hermanos, hijos, amigos y amores.
Muchos de ellos solo realizarán un corto paseo, otros estarán siempre a nuestro lado, compartiendo alegrías y tristezas.

En el tren, también viajarán personas que andarán de vagón en vagón para ayudar a quien lo necesite.
A veces, es curioso ver como algunos pasajeros a los que queremos deciden sentarse alejados de nosotros en otros vagones...
Muchos se bajarán y dejarán recuerdos imborrables. Otros, en cambio, viajarán ocupando asientos, sin que nadie perciba que están allí sentados... Eso nos lleva a realizar el viaje distante de ellos.
Pero eso no nos impedirá, aunque tal vez con alguna dificultad, acercarnos a ellos.
Lo difícil es aceptar que, a pesar de estar cerca, no podremos sentarnos juntos, pues muchas veces otras son las personas que nos acompañan.

Este viaje es así, lleno de atropellos, sueños, fantasías, esperas, llegadas y partidas.
Sabemos que este tren solo realiza un viaje: el de ida.

El desafío, entonces, es viajar lo mejor posible, intentando tener una buena relación con todos los pasajeros, procurando lo mejor de cada uno de ellos, recordando siempre que, en algún momento del viaje, alguien puede perder sus fuerzas y deberemos entender eso.
A nosotros también nos ocurrirá lo mismo y seguramente alguien nos entenderá y ayudará...

El gran misterio de este viaje es que no sabemos en cual estación nos tocará descender.
En un instante pienso: cuando tenga que bajarme del tren, ¿sentiré añoranzas?
Mi respuesta es ; dejar a mis hijos viajando solos será muy triste...
Separarme de los amores de mi vida, será doloroso...
Pero tengo la esperanza que en algún momento nos volveremos a encontrar en la estación principal y tendré la emoción de verlos llegar con mucha más experiencia de la que tenían al iniciar el viaje.
Seré feliz al pensar que en algo pude colaborar para que ellos hayan crecido como buenas personas, como lo hicieron conmigo.

Ahora, en este momento, el tren disminuye la velocidad para que suban y bajen personas.
Mi emoción aumenta a medida que el tren va parando...
¿Quién subirá? ¿Quién será? ¿Cómo cambiará la dinámica del vagón?

Saber vivir es poder ofrecer lo mejor a todos los pasajeros.
Agradezco a Dios, porque estamos compartiendo este viaje y, a pesar de que a veces nuestros asientos no estén juntos, con seguridad el vagón en el que vamos y el maquinista son los mismos, nosotros no lo sabemos, pero el maquinista sabe hacia donde nos dirigimos, y en qué momento haremos cada parada.

A tí, que compartes estos minutos: gracias, y que tengas un buen viaje...