Let's dance in style, let's dance for a while. Heaven can wait, we're only watching the skies. Hoping for the best but expecting the worst. Are you gonna drop the bomb or not? Let us die young or let us live forever. We don't have the power but we never say never. Sitting in a sandpit, life is a short trip. The music's for the sad man. [...] Some are like water, some are like the heat. Some are a melody and some are the beat. Sooner or later they all will be gone. Why don't they stay young? It's hard to get old without a cause, I don't want to perish like a fading horse. Youth is like diamonds in the sun, and diamonds are forever. [...] So many adventures couldn't happen today, so many songs we forgot to play, so many dreams are swinging out of the blue. We let them come true. Forever young, I wanna be forever young. Do you really want to live forever? Forever or never.

jueves, 21 de junio de 2012

La niña que silenció al mundo.

"Hola, soy Severn Suzuki hablando en nombre de ECO (Environment Children Organization), una organización de niños a favor del medio ambiente.
Somos un grupo de niños de 12 y 13 años intentando marcar una diferencia: Vanessa Suttie, Morgan Geisler, Michelle Quigg y yo. Reunimos todo el dinero para venir aquí nosotros mismos recorriendo cinco mil millas para decirles a los adultos que deben cambiar.
Viniendo hoy aquí, no voy a ocultar mi objetivo, estoy luchando por mi futuro. Perder mi futuro no es como perder unas elecciones, o puntos en la bolsa de valores. Estoy aquí para hablar en nombre de todas las generaciones venideras. Estoy aquí para hablar en defensa de los niños hambrientos cuyos llantos son ignorados en todo el mundo. Estoy aquí para hablar de los incontables animales que están muriendo por todo el planeta porque no les queda a dónde ir.
Tengo miedo de tomar el sol por los agujeros de la capa de Ozono. Tengo miedo de respirar el aire porque no sé qué tipo de sustancias químicas hay en él. Solía ir a pescar en Vancouver, mi hogar, con mi padre, hasta que hace unos años vimos un pez lleno de tumores. Y ahora sabemos que animales y plantas se están extinguiendo cada día, desapareciendo para siempre.
En mi vida he soñado con ver manadas de animales salvajes, selvas y bosques tropicales repletos de pájaros y mariposas, pero ahora me pregunto si todavía existirán para que mis hijos los vean también. ¿Tenían que preocuparse por esto cuando tenían mi edad? Todo está ocurriendo ante nuestros ojos y aún seguimos actuando como si tuviéramos todo el tiempo que queramos y todas las soluciones.
Sólo soy una niña, y no tengo todas las soluciones, pero quiero que se den cuenta de que ustedes tampoco. No saben cómo arreglar los agujeros de la capa de Ozono, no saben cómo devolver el salmón a aguas contaminadas, no saben cómo resucitar animales extintos, y no pueden recuperar los bosques que un día talaron y que ahora son desiertos. Si no saben cómo arreglarlo, por favor, paren de destruirlo.
Aquí se encuentran delegados del gobierno, empresarios, organizadores, periodistas y políticos, pero en realidad son madres y padres, hermanos y hermanas, tíos y tías, y todos ustedes son hijos de alguien. Soy sólo una niña pero sé que somos todos parte de una gran familia de seis mil millones de personas. De hecho, una familia de treinta millones de especies, y fronteras o gobiernos nunca cambiarán eso. Soy sólo una niña aún pero sé que estamos todos juntos en esto y deberíamos actuar como un sólo mundo con un mismo objetivo.
Aunque llena de rabia, no estoy ciega, y a pesar de mi miedo, no temo mostrar al mundo cómo me siento. En mi país desperdiciamos tanto... Compramos y gastamos, compramos y gastamos... Y aún así los países del norte no comparten con los necesitados, incluso cuando tenemos más que suficiente nos da miedo compartir, nos da miedo perder nuestras riquezas. En Canadá tenemos una vida privilegiada: tenemos comida, agua y techo. Tenemos relojes, bicicletas, computadoras y televisiones, y pasan los días.
Hace dos días, aquí en Brasil, nos sorprendimos cuando pasamos un tiempo con algunos niños que vivían en la calle. Esto es lo que un niño nos dijo: 'Desearía ser rico. Y si lo fuera daría a todos los niños de la calle comida, ropa, medicinas, una casa, amor y cariño.' Si un niño de la calle que no tiene nada desea compartir, ¿por qué nosotros que lo tenemos todo somos tan egoístas? No puedo dejar de pensar que esos niños tienen mi edad y que el lugar donde naces marca una diferencia tan grande. Que yo podría ser uno de esos niños que viven en las favelas de Río, que podría ser un niño muriendo de hambre en Somalia, una víctima de la guerra en Oriente Medio, o un mendigo en la India.
Soy sólo una niña pero sé que si todo el dinero empleado en las guerras pudiera ser utilizado para buscar soluciones a los problemas medioambientales o a la pobreza en el mundo, ¡qué lugar más maravilloso sería la Tierra!
En el colegio, incluso en el jardín de infancia, nos enseñan a comportarnos bien, a no pelearnos con los demás, a arreglar las cosas mediante el diálogo, a respetar a los demás, a limpiar lo que ensuciamos, a no herir a otras criaturas, a compartir y no ser avaros. Entonces, ¿por qué ustedes hacen las cosas que nos enseñan a no hacer? No olviden por qué acuden a estas conferencias, ¿por quién están haciendo esto? Somos sus propios hijos. Están decidiendo en qué tipo de mundo vamos a crecer.
Los padres deben ser capaces de calmar a sus hijos diciendo: 'Todo va a ir bien, no es el fin del mundo. Estamos haciendo todo lo que podemos.' Pero no creo que puedan decirnos más eso. ¿Estamos siquiera en su lista de prioridades? Mi padre siempre dice: 'Eres lo que haces, no lo que dices.' Pues lo que hacen me hace llorar por las noches. Nos crían diciendo que nos quieren, pero yo los desafío, por favor, a que sus acciones reflejen sus palabras. Gracias."

Severn Suzuki, 12 años. Conferencia de Medioambiente y Desarrollo "The Earth Summit" celebrada por la ONU en Río de Janeiro, Brasil. 3 de Junio de 1992.