Let's dance in style, let's dance for a while. Heaven can wait, we're only watching the skies. Hoping for the best but expecting the worst. Are you gonna drop the bomb or not? Let us die young or let us live forever. We don't have the power but we never say never. Sitting in a sandpit, life is a short trip. The music's for the sad man. [...] Some are like water, some are like the heat. Some are a melody and some are the beat. Sooner or later they all will be gone. Why don't they stay young? It's hard to get old without a cause, I don't want to perish like a fading horse. Youth is like diamonds in the sun, and diamonds are forever. [...] So many adventures couldn't happen today, so many songs we forgot to play, so many dreams are swinging out of the blue. We let them come true. Forever young, I wanna be forever young. Do you really want to live forever? Forever or never.

miércoles, 25 de abril de 2012


"“Tus sueños son una vista previa de las próximas atracciones de la vida”. Lo dijo Albert Einstein. Vivo mi vida a partir de eso. Soy un gran creyente de que puedes realmente crear lo que quieras crear en tu vida. Eres el arquitecto de tu vida. No deberías vivirla como si fueses un efecto de lo que te está pasando. Al contrario, deberías verte afectado por lo que pasa en tu vida. Y, para mí, esa frase define realmente eso. Si puedes pensarlo, y envolver tu mente con ello, puedes conseguirlo. Tan pronto como empecé a pensar así, sentí que mi vida era extremadamente diferente. Y vivo mi vida así todos los días. Si quieres algo, ve a por ello."
Dayo Okeniyi

Diario de un retorno: Día 8.

15/3/2012

Hoy es el cumpleaños de mi mamá. Cuando me desperté estaba sentada en la cama ordenando unas cosas; me acerqué, la abracé y le dije Feliz Cumpleaños. Me levanté y desayuné con mis viejos y mi tía: tomamos café con leche. Después de eso, salimos hacia la casa de mi tía Mary -la que había cumplido años- por lo de la venta que había mencionado.

Nos quedamos a almorzar y justo cuando terminamos llegó mi primo, con quien mi viejo tenía que tratar la venta. Afortunadamente salió todo bien. Después de un rato se fue, nosotros nos quedamos unos minutos más y también nos fuimos. De venida pasamos a comprar de nuevo. Mi papá le compró una cadenita y un dige con su inicial de plata italiana a mi mamá por su cumpleaños. También vi un anillo precioso para él, pero no se lo compró. Le reproché que nunca se da ningún gusto, pero siguió sin cambiar de parecer.

Después fuimos por mis zapatos. ¡Por Dios, son hermosos! Me los probé y me quedan de maravilla, y lo mejor es que los siento comodísimos. Otro detalle es que era el último par y justo era mi talle. Al salir le dije a mi papá:

-Viste pá, estaba destinada a que esos zapatos fueran míos.
-Aham.
-Y vos estabas destinado a comprármelos.
-Sí -dijo medio tentado por la risa.

De camino, mi viejo y yo tomamos un helado pero mi vieja prefirió tomar un licuado de ananá. Compraron un par de cositas más y ya emprendimos el viaje de vuelta. Una vez que llegamos mi vieja preparó tereré y tomamos. Hace un ratito empezamos a ordenar las cosas en la camioneta, porque mañana salimos rumbo a Buenos Aires. Parece loco que vaya a extrañar todo esto, aunque es lógico después de tantos años. Igual nos vamos a quedar un rato en lo de mi tía Valentina -la que vive en Clorinda- y si es que no nos quedamos ahí un día, llegaremos a casa el sábado a la madrugada, más o menos.

Ahora están preparando las cosas para una cena especial por el cumple de mi mamá. Se preguntarán por qué escribo ahora y no cuando me voy a dormir como siempre. Es que esta noche vamos a dormir arriba en un colchón sobre el piso. No me jode, pero me impide escribir, así que ese es el motivo. Por cierto, terminé el dibujo al fin, y tengo que acordarme de pedirle la notebook a mi tía para pasar los videos, y mañana para ver mis horarios de la facu, ya que me asignan las materias.

Es loco también pensar que al volver me espera tanto ajetreo cuando acá uno tiene tanta paz. Encima después de la lluvia el clima mejoró muchísimo y ya no hace calor. Pero bueno, estoy contenta de haber venido y haber pasado días tan lindos con la familia. Veremos si el año que viene se repite.

Diario de un retorno: Día 7.

14/3/2012


Fue hermoso dormir escuchando la lluvia. Llovió toda la noche, así que cada vez que me despertaba escuchaba el agua caer. Me levanté y desayuné así al paso y decidí ir a comprar de nuevo con mi mamá y mi tía. A todo esto yo estaba con cara de perro porque había perdido el cargador de las pilas de la cámara. Busqué en mi cartera, en la de mi mamá, en mi bolso, en la camioneta y nada. Pensamos en todos los lugares a los que fuimos y no cabía posibilidad de haberlo dejado en algún lado. Finalmente mi vieja se decidió a comprarme uno nuevo.


Mi papá y mi tío salieron y mi primo estaba por irse a la universidad, y como nuestro camino estaba de paso por el suyo nos llevó en su auto. Cuando nos bajamos, lo primero que compramos fue el cargador. Después hicimos un gran recorrido buscando cosas necesarias y regalos. Me compré un bastidor, así cuando vuelvo a Buenos Aires por fin voy a poder pintar en lienzo. A último momento vi unas zapatillas que me gustaron y después, en el mismo local, unos zapatos hermosos. Quedé encantada: son rojos con tela escocesa y detalles de tachas. Cuando lo vi a mi papá le pregunté si me los compraba, y dijo que si salía bien la venta que estaba haciendo, lo hacía.


Para volver tomamos un colectivo, el cual esperamos más de media hora. Una vez de vuelta en lo de mis tíos, organizamos un poco las cosas y después almorzamos. Cuando terminamos, guardé todo lo que era mío y me dispuse a re-pintar mis uñas: me saqué el esmalte -por cierto, me compré uno amarillo, porque el que tenía ya se secó- y me las corté, pero al final no volví a pintármelas. En ese tiempo mi tía salió y mi mamá se puso a lavar, mientras que mi viejo arreglaba un sillón. Mi vieja me propuso dormir un rato, así que accedí.


Al levantarme, merendé y me senté en el patio con mis viejos. Cuando me encontré con mi primo le pedí la notebook para pasar las fotos a un CD y de paso entrar un rato en Facebook. Los CDs que él tenía no servían así que mi mamá fue a comprar un par. En ese tiempo entré en mi Face. Intenté grabar las fotos pero no pude, así que le pedí ayuda a mi primo. Al principio no se podía, pero las fui pasando de a poco y se grabaron. El problema eran los dos videos que tenía ya que pesan mucho. Todo esto fue después de que mi primo volviera del gimnasio, porque un rato después de que él se fuera, quise entrar en YouTube para escuchar una canción de One Direction -sí, me envicié con ellos- y apenas entrar me saltó el aviso de que tenía poca batería, así que se apagó. La dejé así hasta que volvió mi tía y le pedí el cargador. Después estuve n la note hasta la hora de la cena.


Me faltan grabar los videos, pero eso se puede hacer mañana en un ratito. Hablando de mañana, tendría que dormirme, porque nos levantamos temprano para ir a lo de mi tía que cumplió años el domingo y, si Jebus, Buda, Alá, Ra y Zéus quieren, de camino de vuelta, mi viejo me compra los zapatos.

martes, 24 de abril de 2012

Diario de un retorno: Día 6.

13/3/2012


Hoy es martes 13. No pasó nada malo, así que supongo que fue un buen día. Hoy no desayuné nada dulce. Me levanté, me di una ducha fría -como todos los días- y después salí con mis viejos a comprar. Lo primero que compramos fue una cadenita para mí, porque el collar de cordón con el que vino mi dije de egresada se suele soltar, entonces les pregunté si me podían comprar una cadenita, y dijeron que sí. Es muy bonita: es de esos modelos como en espiral. En realidad no sé cómo describirla. Es de plata italiana. Lamentablemente el dige es de acero quirúrgico y la diferencia de color se nota un poco, pero no tanto como para que deje de verse bonito. También me compré dos remeras, dos conjuntos de ropa interior, un mate y una bombilla.


Mi papá se compró una champagnera y mi mamá más bombillas para mate. Al salir tomamos licuado de naranja y buscamos algo de comer. Mis viejos comieron empanadas y yo un sándwich de  milanesa. Volvimos a tomar licuado de naranja.


Cuando volvíamos, mi viejo notó que había muchas nubes y anticipó que iba a llover. Mi tía ya estaba cocinando, pero yo no tenía mucho apetito ya que "desayunamos" tarde, por lo que dejé más de la mitad del plato. Mientras almorzábamos se largó a llover, y me alegró el ánimo un montón. Mi tío siguió trabajando, mi tía continuó con los quehaceres de la casa y mis viejos se acostaron a dormir la siesta. Yo no tenía sueño, así que saqué un par de fotos y después me puse a dibujar en el patio bajo la lluvia -estoy haciendo un dibujo random que continúo un poco cada día y ya casi estoy por terminarlo.


No me mojé nada porque hay dos árboles bien grandes y tupidos, por lo que no cae demasiada agua, además de que no llovió muy fuerte. Cuando volví al cuarto mi papá se levantó y me acosté yo un rato. Después iba a salir a comprar con mi mamá y mi tía. Me desperté y por fin usé zapatillas -estuve usando ojotas todo este tiempo- nos preparamos y nos fuimos caminando.


Mi tía compró cosas para la casa y mi mamá y yo un par de regalos, unos zapatos para mi vieja, una cartera para mí, Pringles y una botella de Coca-Cola para mi fernet. Decidí tomarlo hoy que hicieron asado. Lo compartí con mi papá y mi tío, y a veces con mi primo. Cenamos y nos reímos un montón con anécdotas de la infancia de mi tío y mi viejo. Después mi vieja salió afuera un rato y me llamó porque estaba lloviendo -sabe que me encanta la lluvia- y al rato salieron los demás.


Mi primo y mi papá metieron sus vehículos y guardamos algunas cosas por la lluvia, después nos sentamos todos en el patio a seguir charlando. El clima mejoró en cuanto al calor: sopla viento fresco y de ven en cuando te caen algunas gotas de los árboles. Después de un rato mi tía se fue a acostar, la siguió mi primo y después los demás.


Sinceramente no tenía ganas, por más de que tuviera sueño -seguro el efecto del fernet- porque se estaba demasiado bien. En fin, ahora yo quiero dormir mientras escucho los truenos -pronosticaron tormenta eléctrica. Mañana mi mamá quiere salir a comprar de nuevo pero yo no estoy muy segura de querer ir, aunque todavía quiero ver una mochila para la facu, un par de zapatos y regalos para mis amigos. Tengo que acordarme de pasar las fotos al CD antes de que nos vayamos y preguntarle a mi primo si me deja usar Internet un rato. Tengo que dejar de ser pudorosa en cuanto a pedir esas pequeñas cosas.

Diario de un retorno: Día 5.

12/3/2012


Mi tía, mi mamá y yo dormimos en la habitación. Mi papá terminó durmiendo en la sala. Suerte que ahí corre bastante aire. Nos levantamos y desayunamos: mis viejos y mi tía tomaron mate, y yo café con leche y rosquitas. Estaba tan rico que repetí. Después de un rato mi tía cocinó algo a modo de un segundo desayuno, tomamos tereré, y luego de otro rato volvió a cocinar para el almuerzo. De postre comimos duraznos en almíbar -como amo los duraznos en almíbar. Después de comer, todos nos acostamos para dormir la siesta, aunque yo no pude conciliar el sueño -quizás por eso ahora me siento un poco cansada. Nos levantamos y volvimos a tomar tereré. Charlamos un buen rato y después nos fuimos.


No tomamos el mismo camino que hicimos para llegar, tomamos otro que salía directo a la ruta y llegaba hasta San Lorenzo. De vuelta en casa de mis tíos, vine directo hacia el cuarto para escribir, pero perdí la lapicera, así que estoy escribiendo a lápiz.


Me senté un rato en el patio y compartí un vino con mi tío y mi papá. Después terminamos compartiéndolo todos en la cena. Mi tía cocino pescado. ¡Estaba riquísimo! Lo lindo fue que comimos en el patio. Terminamos de comer y después vine a escribir. Mi mamá me vino a ofrecer flan casero hace un rato, pero estoy tan llena que le agradecí y le dije que no. Lo más probable es que me quede dormida porque siento pesados los ojos.


Otra cosa destacable es que mi primo Edgar -el menor- se puso a escuchar la radio y pasan canciones que conozco, así que le pregunté qué estación era. Mañana tenemos planeado salir de compras, pero si me aburro voy a escuchar la radio.

Diario de un retorno: Día 4.

11/3/2012


El cumpleaños de mi tía resultó genial. Me reí, tomé, comí... La pasé de maravilla. Pero empecemos por el principio. Volví a desayunar mate cocido con leche, sólo que esta vez lo acompañé con bizcochuelo casero. Después traté de revisar la cámara. Anoche llamó mi hermano y le pregunté qué hacer. Me recomendó descargarla, así que antes de salir le pedí a mi primo Eber -el mayor- si podía pasar las fotos en su computadora y después a un CD. Llegamos solamente a descargar la cámara porque ya estábamos llegando tarde.


Cuando llegamos yo no esperaba encontrarme con tanta gente. Como estoy acostumbrada a la casi indiferencia de las familias de los amigos de mi papá, esperaba encontrarme con lo mismo, pero resultó que todos eran extremadamente amables. Eso me encantó, y tomamos confianza rápido, aunque, claro, como mi mamá y no los conocíamos tanto, nos costó un poco.


Toda la tarde y la noche fue genial: charlas, mi viejo, mi primo y a veces los hijos de otros primos tocando la guitarra y cantando, chistes, risas, etc. Hablando de primos, conocí a muchos e incluso a sus hijos -que vendrían a ser mis sobrinos, pero incluso mis primos (hijos de mi tío en cuya casa nos estamos quedando) le dicen 'tía' a nuestra prima, hija de la tía cumpleañera. 


Nunca pensé que tenía primos y sobrinos tan geniales. Incluso me atrevo a decir que a varios sobrinos se los presentaría a mis amigas. En fin. Mis tíos y primos se fueron y nosotros nos quedamos. Es más, dormimos ahí. A la noche, dos de mis sobrinos empezaron a tocar canciones de The Beatles. Yo me atreví a cantar con uno de ellos 'Knocking On Heaven's Door' de Guns n' Roses, pero además de sentir que canté horrible, cantamos dos versiones diferentes: él la de los Guns y yo la de Avril, por lo que sólo coincidíamos en el estribillo.


Otra cosa que me dejó con la boca abierta es que todos son extremadamente buenos y educados. Es genial saber que tenés una familia tan bonita. Y por cierto, uno de mis sobrinos que tocaba la guitarra es increíblemente parecido a Taylor Lautner. Si tuviera un poco más de físico sería su doble exacto. Hubo un momento en el que me aburrí y entré en la camioneta para escuchar música -después me olvidé de apagar el celular y se quedó sin batería, por lo que no voy a poder escuchar música de camino a casa. Después la noche fue igual, hasta que la gente se empezó a ir y quedamos sólo nosotros. Ahora me vine a acostar porque realmente me siento cansada debido al calor y agite del día. Lo de quedarnos fue inesperado, por lo tanto no traje mi bolso, así que tengo que estar con la misma ropa otro día... No quiero ni pensar en el calor.